jueves, 12 de marzo de 2015

UN PEQUEÑO ACERCAMIENTO A LA ÉTICA DE MEDIOS


“Después de tantos años estudiando la ética, he llegado a la conclusión de que toda ella se resume en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir.”
Fernando Savater

La ética de los medios puede asumirse como una deontología, la cual se representa a través del conjunto de principios éticos asumidos de manera voluntaria por aquellos que ejercen una profesión, ya sea por razones de integridad, profesionalismo y además, responsabilidad social.



Para llevar a cabo un acto ético, es indispensable que el individuo asuma un compromiso, lo cual dependerá y pondrá en manifiesto su identidad. De tal manera que, la asunción del compromiso es primeramente individual, y posteriormente grupal.
Refiriéndonos a los medios, seguir “reglas no escritas” es un factor imprescindible del periodismo que implica un asunto de moral. Dicho de otra forma, las normas éticas son principios individuales en el ejercicio de la relación social. Estas normas son acuerdos que se asumen en el momento en que el individuo forma parte de una sociedad o agrupación.
Ernesto Villanueva nos menciona en una forma más clara y precisa el punto anterior con respecto a la ética:
“La deontología periodística implica para el periodista una identidad con el rol que juega en la vida social, una percepción amplia del valor que tiene la información como ingrediente de primera importancia para traducir en hechos concretos la idea de democracia.”                                                  
Villanueva p.16
Sin embargo, es importante resaltar que el ámbito de la moral, es decir las conductas del hombre, van más allá de las normas del derecho vigente establecidas por un organismo u institución.
En este sentido, Kant nos muestra un aspecto esencial que caracteriza a la ética:  “… es en sí misma una ciencia de los deberes o imperativos categóricos en la que no importan los fines, sino en la intencionalidad del acto, independientemente  de las consecuencias materiales de aquél.”
(Ibíd. pp.16-17)
No obstante, llevar una buena ética a la práctica no sólo requiere de la intencionalidad y el buen comportamiento individual dentro de una sociedad, sino que se necesitan de normas que guíen hacia el buen comportamiento; es aquí donde surgen los códigos éticos, los cuales no son otra cosa que leyes, normas, lineamientos donde se plasman los “deberes profesionales”.

Por último podemos decir entonces, que la ética se basa en un lineamiento de reglas y valores que incitan al buen vivir de una sociedad. Por tanto, adquirir el compromiso social que nos permita ejercer dicha ética, dependerá del valor que nosotros le demos como ciudadanos. 

GLADYS VÁZQUEZ

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