“Después
de tantos años estudiando la ética, he llegado a la conclusión de que toda ella
se resume en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir, y
prudencia para sobrevivir.”
Fernando
Savater
La
ética de los medios puede asumirse como una deontología, la cual se representa
a través del conjunto de principios éticos asumidos de manera voluntaria por
aquellos que ejercen una profesión, ya sea por razones de integridad,
profesionalismo y además, responsabilidad social.
Para
llevar a cabo un acto ético, es indispensable que el individuo asuma un
compromiso, lo cual dependerá y pondrá en manifiesto su identidad. De tal
manera que, la asunción del compromiso es primeramente individual, y
posteriormente grupal.
Refiriéndonos
a los medios, seguir “reglas no escritas” es un factor imprescindible del
periodismo que implica un asunto de moral. Dicho de otra forma, las normas
éticas son principios individuales en el ejercicio de la relación social. Estas
normas son acuerdos que se asumen en el momento en que el individuo forma parte
de una sociedad o agrupación.
Ernesto
Villanueva nos menciona en una forma más clara y precisa el punto anterior con
respecto a la ética:
“La
deontología periodística implica para el periodista una identidad con el rol
que juega en la vida social, una percepción amplia del valor que tiene la
información como ingrediente de primera importancia para traducir en hechos
concretos la idea de democracia.”
Villanueva
p.16
Sin
embargo, es importante resaltar que el ámbito de la moral, es decir las
conductas del hombre, van más allá de las normas del derecho vigente
establecidas por un organismo u institución.
En
este sentido, Kant nos muestra un
aspecto esencial que caracteriza a la ética: “… es en sí misma una ciencia de los deberes o
imperativos categóricos en la que no importan los fines, sino en la
intencionalidad del acto, independientemente
de las consecuencias materiales de aquél.”
(Ibíd. pp.16-17)
No obstante, llevar una buena ética a la práctica no
sólo requiere de la intencionalidad y el buen comportamiento individual dentro
de una sociedad, sino que se necesitan de normas que guíen hacia el buen
comportamiento; es aquí donde surgen los códigos éticos, los cuales no son otra
cosa que leyes, normas, lineamientos donde se plasman los “deberes
profesionales”.
Por último podemos decir entonces, que la ética se
basa en un lineamiento de reglas y valores que incitan al buen vivir de una
sociedad. Por tanto, adquirir el compromiso social que nos permita ejercer dicha ética, dependerá del valor que nosotros le demos como ciudadanos.
GLADYS VÁZQUEZ
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