jueves, 12 de marzo de 2015

¿HABRÁ UN CAMBIO?



“Toda la tecnología tiende a crear un nuevo entorno humano... Los entornos tecnológicos no son meramente pasivos recipientes de personas, son procesos activos que reconfigurar a las personas y otras tecnologías similares.”
Herbert Marshall Mcluhan


Desde el 11 de junio de 2013, día en que fue publicada la Reforma de Telecomunicaciones en el Diario Oficial de la Federación (DOF), mucho se ha hablado sobre los beneficios y cambios que esto pueda traer al país mexicano desde entonces.
Mediante esta reforma, el presidente Enrique Peña dio a conocer una iniciativa de en materia de telecomunicaciones, la cual contemplaba la posibilidad de licitar dos nuevas cadenas nacionales de televisión abierta, así como permitir al 100% la participación de inversionistas extranjeros en esa materia.
Hoy este hecho ya es una realidad.
Hace un par de días se dio a conocer el nombre de las dos nuevas televisoras que tendrán derecho a las concesiones para utilizar el espectro radioeléctrico, que legalmente pertenece al Estado.
Según la información dada por los medios, el gobierno mexicano otorgó a estas dos empresas de medios de comunicación: “Grupo Radio Centro y Cadena Tres”, un contrato para explotar dos cadenas de televisión digital abierta, con potencial alcance de cubrir el 92% del territorio nacional y a 106 millones de habitantes, a través de 123 zonas de cobertura.  
La nota dice así:
“Grupo Radio Centro, con 100 puntos sobre 100 posibles; Cadena Tres, con 83 puntos sobre 100 posibles. Al contar con dos propuestas individuales finalistas y que fueron declaradas válidas, el pleno del IFT emitió el fallo por el que se declaró  Cadena Tres y a Grupo Radio Centro como ganadores de la licitación de cada cadena de televisión digital. Se trata de un procedimiento inédito; se trata de una buena noticia para México”, dijo Gabriel Contreras, presidente del IFT, al anunciar en conferencia a los ganadores.
Se espera que los nuevos jugadores comiencen a operar las respectivas cadenas en el segundo semestre del 2015 y que sea a más tardar en cinco años, en el 2020, cuando hayan alcanzado cubrir las 153 ciudades que como mínimo exige el Estado mexicano en cuanto a cobertura.”
http://eleconomista.com.mx/industrias/2015/03/11/cadena-tres-radio-centro-ganan-primera-licitacion-tv-digital-mexico
“Se trata de una buena noticia para México”, nos dice el presidente del IFT durante esta nota. Pero la pregunta entonces sería la siguiente: ¿Estamos hablando de un cambio real en materia de telecomunicación? O sólo estaremos hablando de un cambio de televisoras… Habría entonces que tomar en cuenta cada uno de los contenidos que estas nuevas empresas han transmitido desde sus inicios y hasta hoy en día y cual es realmente el tipo de cambio o buena nueva que se le está ofreciendo a México.
Habría que cuestionarnos una vez más, si ya contábamos con dos televisoras de derecha vendidas al mejor postor, guiadas sólo por los intereses económicos y el poder fáctico que ejercen, dejando a un lado el deber social; ¿habrá entonces un verdadero cambio dentro de estas dos nuevas televisoras?, o serán ahora 4 grandes empresas compitiendo entre sí con más y más contenidos basura, para ver cual tiene más ranking.
Durante muchas décadas se ha pretendido que el Estado regule los medios de comunicación, de manera que estos ejerzan una deontología profesional que procure el bienestar social, sin embargo, es más que evidente que hasta ahora, los interés de unos cuantos han sido el único motor de impulso para las televisoras mexicanas.
Crear el cambio en materia de comunicación no significa abrir más televisoras con canales abiertos, significa hacer cambios en los contenidos, crear conciencia, asumir el papel del medio de comunicación y su compromiso y responsabilidad social y sobre todo procurar el equilibro entre intereses económicos y sociales.
Los medios de comunicación presentan realidad, forman ciudadanos y crean conciencias, pero también desinforman, alienan y embrutecen a las personas. Para bien o para mal, es decisión de cada medio utilizar su poder y alcance a conveniencia. Sin embargo, exigir que exista un equilibro entre compromiso social y empresa, es obligación de cada uno de los ciudadanos.
En nuestras manos está el poder decir que necesitamos medios de calidad, que sean competentes a las exigencias de lo que el público demanda, pero además, de lo que el pueblo necesita. Es indispensable que se comience a crear conciencia de los tipos de contenidos mediáticos y la desinformación que recibimos continuamente.  Además se necesitan crear verdaderos organismos que regulen los contenidos y comportamientos de estos medios.

Hasta entonces, nos encontramos ante la metáfora de “una moneda que ha sido lanzada al aire”, ¿será realmente este el cambio que esperamos?, sólo lo sabremos hasta  que dichas televisoras hayan puesto en marcha la nueva adquisición del compromiso social en canal abierto.

GLADYS VÁZQUEZ

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