“Toda la
tecnología tiende a crear un nuevo entorno humano... Los entornos tecnológicos
no son meramente pasivos recipientes de personas, son procesos activos que
reconfigurar a las personas y otras tecnologías similares.”
Herbert Marshall Mcluhan
Desde
el 11 de junio de 2013, día en que fue publicada la Reforma de
Telecomunicaciones en el Diario Oficial de la Federación (DOF), mucho se ha
hablado sobre los beneficios y cambios que esto pueda traer al país mexicano desde
entonces.
Mediante
esta reforma, el presidente Enrique Peña dio a conocer una iniciativa de en materia
de telecomunicaciones, la cual contemplaba la posibilidad de licitar dos nuevas
cadenas nacionales de televisión abierta, así como permitir al 100% la
participación de inversionistas extranjeros en esa materia.
Hoy
este hecho ya es una realidad.
Hace
un par de días se dio a conocer el nombre de las dos nuevas televisoras que
tendrán derecho a las concesiones para utilizar el espectro radioeléctrico, que
legalmente pertenece al Estado.
Según
la información dada por los medios, el gobierno mexicano otorgó a estas dos
empresas de medios de comunicación: “Grupo Radio Centro y Cadena Tres”, un
contrato para explotar dos cadenas de televisión digital abierta, con potencial
alcance de cubrir el 92% del territorio nacional y a 106 millones de
habitantes, a través de 123 zonas de cobertura.
La
nota dice así:
“Grupo
Radio Centro, con 100 puntos sobre 100 posibles; Cadena Tres, con 83 puntos
sobre 100 posibles. Al contar con dos propuestas individuales finalistas y que
fueron declaradas válidas, el pleno del IFT emitió el fallo por el que se
declaró Cadena Tres y a Grupo Radio
Centro como ganadores de la licitación de cada cadena de televisión digital. Se
trata de un procedimiento inédito; se trata de una buena noticia para México”,
dijo Gabriel Contreras, presidente del IFT, al anunciar en conferencia a los
ganadores.
Se
espera que los nuevos jugadores comiencen a operar las respectivas cadenas en
el segundo semestre del 2015 y que sea a más tardar en cinco años, en el 2020,
cuando hayan alcanzado cubrir las 153 ciudades que como mínimo exige el Estado
mexicano en cuanto a cobertura.”
http://eleconomista.com.mx/industrias/2015/03/11/cadena-tres-radio-centro-ganan-primera-licitacion-tv-digital-mexico
“Se
trata de una buena noticia para México”, nos dice el presidente del IFT durante
esta nota. Pero la pregunta entonces sería la siguiente: ¿Estamos hablando de
un cambio real en materia de telecomunicación? O sólo estaremos hablando de un cambio
de televisoras… Habría entonces que tomar en cuenta cada uno de los contenidos
que estas nuevas empresas han transmitido desde sus inicios y hasta hoy en día
y cual es realmente el tipo de cambio o buena nueva que se le está ofreciendo a
México.
Habría
que cuestionarnos una vez más, si ya contábamos con dos televisoras de derecha vendidas al mejor postor, guiadas sólo por los intereses económicos
y el poder fáctico que ejercen, dejando a un lado el deber social; ¿habrá
entonces un verdadero cambio dentro de estas dos nuevas televisoras?, o serán
ahora 4 grandes empresas compitiendo entre sí con más y más contenidos basura,
para ver cual tiene más ranking.
Durante
muchas décadas se ha pretendido que el Estado regule los medios de
comunicación, de manera que estos ejerzan una deontología profesional que
procure el bienestar social, sin embargo, es más que evidente que hasta ahora,
los interés de unos cuantos han sido el único motor de impulso para las
televisoras mexicanas.
Crear
el cambio en materia de comunicación no significa abrir más televisoras con
canales abiertos, significa hacer cambios en los contenidos, crear conciencia,
asumir el papel del medio de comunicación y su compromiso y responsabilidad
social y sobre todo procurar el equilibro entre intereses económicos y
sociales.
Los
medios de comunicación presentan realidad, forman ciudadanos y crean
conciencias, pero también desinforman, alienan y embrutecen a las personas.
Para bien o para mal, es decisión de cada medio utilizar su poder y alcance a conveniencia.
Sin embargo, exigir que exista un equilibro entre compromiso social y empresa,
es obligación de cada uno de los ciudadanos.
En
nuestras manos está el poder decir que necesitamos medios de calidad, que sean
competentes a las exigencias de lo que el público demanda, pero además, de lo
que el pueblo necesita. Es indispensable que se comience a crear conciencia de
los tipos de contenidos mediáticos y la desinformación que recibimos
continuamente. Además se necesitan crear
verdaderos organismos que regulen los contenidos y comportamientos de estos
medios.
Hasta
entonces, nos encontramos ante la metáfora de “una moneda que ha sido lanzada
al aire”, ¿será realmente este el cambio que esperamos?, sólo lo sabremos hasta
que dichas televisoras hayan puesto en
marcha la nueva adquisición del compromiso social en canal abierto.
GLADYS VÁZQUEZ
Interesantes opiniones, algunas de las cuales comparto.
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